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Cómo se preparan las empresas colombianas para atraer el interés de los fondos de capital

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Empresas colombianas enfocan esfuerzos en controlar y disminuir sus emisiones y garantizar condiciones laborales dignas a sus colaboradores

Garantizar rendimientos financieros y crecer en ventas, así como trabajar para equilibrar estas ganancias con un propósito social y ambiental, es una estrategia efectiva de las empresas a la hora de atraer inversionistas. La razón no es otra más que responder al proyecto del mundo de hoy, encaminado a construir una sociedad más sostenible y consciente. Esto ha llevado a muchas empresas a reconstruir sus modelos de negocio, implementando buenas prácticas y estableciendo políticas que, además de satisfacer las necesidades de sus clientes, impulsan sus relaciones con la comunidad, sus proveedores, colaboradores y por supuesto, con el planeta. Es así como resulta cada vez más frecuente que tanto grandes compañías como emprendimientos, en sus primeras fases, enfoquen esfuerzos en controlar y disminuir sus emisiones, garantizar condiciones laborales dignas a sus colaboradores, promover el consumo responsable entre sus clientes, comprar sus materias primas a precios justos, integrar el ecodiseño a sus productos, entre otras acciones. Dentro de este ecosistema, ya se viene posicionando la certificación como Empresa B, una iniciativa global que mide y certifica aquellas empresas que están generando impacto real en el medioambiente y la sociedad. Pero, lo más interesante de obtenerla, es que suele ser muy atractiva para los fondos de inversionistas, ya que ofrecen soluciones a desafíos sociales y ambientales como el cambio climático, la pobreza, la inequidad de género, entre otros. Según el último informe Medición del Mercado de Inversión de Impacto en Colombia 2022, liderado por NAB Colombia, el Global Steering Group for Impact Investment (GSG), Global Affairs Canada, IDRC y Econometría, la inversión de impacto representó un 49,9 % de las operaciones totales hechas por las organizaciones que participaron en el estudio. Por ejemplo, Yunus Social Business, financió los planes de Awake Travel, Empresa B Certificada, gracias a su propósito de ser una plataforma digital que conecta viajeros, comunidades locales y destinos de naturaleza, usando el turismo como una herramienta para proteger la biodiversidad.

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Camilo Ramírez, director ejecutivo de Sistema B en Colombia, explica que “todas las Empresas B certificadas toman la Evaluación de Impacto B (estos puntajes están disponibles en el sitio web de B Lab) y el desglose de la puntuación, proporciona a los inversionistas datos adicionales, en comparación con los negocios tradicionales, y que pueden no estar incluidos en un informe financiero o anual. Además, convertirse en una Empresa B certificada indica que una compañía está comprometida con la transparencia, lo que aumenta la confianza y construye relaciones con los socios inversionistas”. En el mundo hay más de 6.450 organizaciones Empresas B certificadas; 1.035 de ellas en Latinoamérica y 103 en Colombia.“La certificación como Empresa B es una de las formas más poderosas de comunicar que una compañía está contribuyendo a la construcción de una nueva economía. No es fácil obtenerlo, pero una vez que una empresa lo logra y demuestra que está utilizando sus negocios como una fuerza para el bien, atrae una mayor atención de los inversores”, afirma el directivo.

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Empresas con propósito social

Los inversionistas están cada vez más interesados en incluir consideraciones ESG (Environment, Social and Governance) en sus decisiones de inversión, por eso las empresas con propósito social y ambiental pueden tener una ventaja frente a otras que están enfocadas solo  en retorno económico. “Lo que hace falta es fortalecer la evaluación de impacto de los proyectos para acceder a este tipo de inversiones” cuenta Maria Polanco, consultora de impacto social y co-fundadora de Cardinal. El sector empresarial del país es consciente de esto y cada vez se abren nuevos caminos que impulsan este modelo de impacto. En 2021 el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) Colombia, presentó el Mapa de Oportunidades de Inversión para los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS); un producto de inteligencia de mercado que busca acercar a los inversionistas privados a empresas que promueven el logro de la agenda desarrollo global pensada para el 2030. Resultados como este son los que motivan el planteamiento de iniciativas como la Cumbre 2030, organizada en una alianza entre Sistema B, el PNUD, el NAB Colombia, Latimpacto e iNNpulsa y planteada, según sus promotores, como “una apuesta por mostrar la relevancia del ecosistema de impacto para el desarrollo del país e identificar acciones concretas que permitan avanzar hacia un modelo en el que la inclusión social y la sostenibilidad ambiental estén en el centro de la economía, las empresas y las decisiones de inversión”. "Si bien todavía hay mucho camino por recorrer, Colombia es pionera en temas de inversión de impacto en la región. Debemos aprovechar este momentum para capitalizar intereses de distintos actores y llevar la inversión de impacto a un siguiente nivel", concluye María Elvira Tamayo, General Manager de NAB Colombia.