El Día sin IVA, una jornada que permite a los colombianos realizar compras sin pagar el impuesto al valor agregado del 19%, estaría próximo a regresar.
El Senado de la República aprobó un proyecto de ley que busca reinstaurar esta medida, habiendo sido previamente avalado en la Cámara de Representantes. Solo resta un paso para que la iniciativa llegue a la sanción presidencial y se convierta en ley.
Con 58 votos a favor y cinco en contra, la plenaria del Senado dio luz verde al proyecto el pasado 28 de mayo.
"Este día alivia el bolsillo de los colombianos, beneficia a la economía familiar y genera bienestar social. La experiencia ha demostrado que gracias al Día sin IVA, millones de colombianos pueden acceder a bienes que de otra forma no podrían comprar", comentó el senador Miguel Uribe Turbay, quien promovió la iniciativa.
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¿Cómo serán las nuevas jornadas de Día sin IVA?
El proyecto aprobado, identificado como el 140 de 2023, busca institucionalizar el Día sin IVA como una política de Estado para proteger el poder adquisitivo de los hogares y estimular la economía colombiana. Según el texto, el Gobierno podrá establecer hasta tres Días sin IVA al año, con al menos tres meses de intervalo entre cada uno.
"El Gobierno actual o cualquier futuro podrá designar entre uno y tres días sin IVA anuales, además de dos días adicionales en las zonas fronterizas", aclaró el senador Uribe Turbay en un video explicativo.
Para implementar estas jornadas, el Gobierno también deberá definir qué bienes estarán exentos del impuesto, dando prioridad a los productos "fabricados en Colombia o con al menos el 50% de contenido producido en el país", según el proyecto.
Además, se deberá evaluar el impacto de la medida para entender sus efectos fiscales y sociales, incluyendo análisis de pobreza, capacidad adquisitiva de los colombianos, ventas y empleo, entre otros factores.
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¿Qué falta para la implementación del Día sin IVA?
Antes de convertirse en ley, el proyecto necesita pasar por una etapa de conciliación con el documento aprobado por la Cámara de Representantes. Superada esta etapa, el proyecto podrá ser sancionado por el presidente.
Una etapa de conciliación en la Cámara de Representantes, significa que se deben resolver las diferencias entre las versiones del proyecto aprobadas por ambas cámaras del Congreso: el Senado y la Cámara de Representantes.
Según los defensores del proyecto, esto generará un notable bienestar social y fortalecerá la economía familiar.
