Comunidad indígena

Así fue el II encuentro binacional del pueblo indígena colombopanameño de Gunadule en Antioquia

Foto: X: @RTVCnoticias
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Durante este encuentro la comunidad hizo un llamado al gobierno para proteger sus territorios sagrados y la voz de las mujeres como protectora de la cultura ancestral.

En el municipio de Necoclí , Antioquia, se llevó a cabo el II Encuentro Binacional del Pueblo Gunadule, un evento en el que miembros de esta comunidad indígena, que habita la frontera entre Colombia y Panamá, se reunieron para dialogar sobre los desafíos de su territorio, su cultura y su futuro.

El encuentro, en el que participaron líderes y lideresas, artesanos y funcionarios, estuvo marcado por la exigencia de protección de sus derechos y sus tierras en un momento crucial en que se avanza el proyecto de interconexión eléctrica entre Colombia y Panamá.

 

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Una Llamada a la Protección de los Sitios Sagrados

La comunidad Gunadule expresó su preocupación por el proyecto de interconexión eléctrica binacional entre Colombia y Panamá, que, si bien representa un avance en infraestructura para la región, atraviesa sitios sagrados de la comunidad Gunadule.

Este proyecto ha sido impulsado por el gobierno colombiano bajo el liderazgo del presidente Gustavo Petro, quien reconoció el papel fundamental de la comunidad en el desarrollo del proyecto: “La comunidad Gunadule de Colombia y Panamá es clave para lograr la interconexión eléctrica de todas las Américas. Pero sus comunidades no tienen luz y viven bajo la presión de las armas. Es el momento de una paz que garantice la libertad de las comunidades, su prosperidad y la posibilidad de las energías limpias para todas las Américas”, afirmó el presidente Petro.

Aunque la comunidad Gunadule no está en contra del proyecto, pide que este se realice con un enfoque respetuoso hacia la madre tierra y los sitios sagrados. Samuel Uribe, abogado y docente del pueblo Gunadule, subrayó esta necesidad: “Como guardianes de la naturaleza, le pedimos al gobierno que no afecte las vértebras y no deje herida a la madre tierra, que pueda generar secuelas resultando como el fin del pueblo Gunadule”.

A través de una consulta previa, la comunidad solicitó además compensaciones por los posibles daños espirituales a sus lugares sagrados, reiterando su compromiso con el equilibrio natural del planeta y la dignificación de su comunidad.

 

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La Voz de las Mujeres Gunadule: Tejiendo Cambios en su Comunidad

El encuentro también sirvió de espacio para que las mujeres Gunadule reflexionaran sobre los desafíos y logros en su lucha por la igualdad y el liderazgo en su comunidad. La participación de mujeres artesanas fue destacada, ya que mostraron productos que reflejan su identidad cultural y su rol como preservadoras de sus tradiciones.

Amelisa Santacruz, asesora y docente de la comunidad, habló sobre la importancia del papel de las mujeres para conservar la cultura e identidad Gunadule: “Quiero resaltar el papel de la mujer, que es la salvaguarda de los territorios, de la cultura de identidad, porque ella es la que lleva la lengua; ella es la que tiene su trabajo de las artes, donde resignifica todo el proceso de educación”.

Florita Chambes, representante de la asociación Asogunadule, habló sobre las transformaciones sociales en la comunidad y cómo las mujeres Gunadule han asumido roles administrativos y de liderazgo, ampliando sus oportunidades de educación y participación.

A través de cambios y transformaciones que hemos hecho dentro de la comunidad, las mujeres pueden administrar y estudiar”, explicó Chambes, resaltando el cambio hacia una sociedad más inclusiva.

 

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Desafíos en la Frontera: Derechos, Educación y Seguridad

Diana Estela Pabón, funcionaria de la Cancillería de Colombia, participó en el evento y abordó las dificultades que enfrentan las comunidades fronterizas como la Gunadule, incluyendo el hostigamiento de actores armados ilegales y las barreras idiomáticas para ejercer sus derechos.

Estas comunidades están expuestas a las dinámicas propias de los territorios, donde hay una presencia de actores armados ilegales. Su idioma les impide ser vocero de sus derechos, y por eso estamos acá, para acompañar a estas comunidades en defensa de sus derechos”, explicó Pabón.

La comunidad Gunadule, compuesta por más de 86 mil miembros en la región fronteriza, enfrenta un reto constante en la preservación de su cultura y su territorio.

Este encuentro fue una oportunidad para visibilizar sus demandas ante el gobierno colombiano y reafirmar su compromiso con la protección de la biodiversidad y la defensa de sus derechos ancestrales en medio de los desafíos que supone vivir en la frontera y en áreas de alto riesgo.

 

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