Miles de indígenas intentaron entrar al Congreso de Ecuador este jueves en el undécimo día de protestas contra el gobierno, pero la policía los dispersó con bombas de gas lacrimógeno, constataron periodistas de la AFP. Tras haber celebrado la "recuperación" de la emblemática Casa de la Cultura Ecuatoriana (CCE), que desde el 13 de junio estuvo ocupada por policías, un nutrido grupo avanzó hacia la Asamblea Nacional, ubicada a pocos metros. La marcha iba encabezada por mujeres. Empero, los uniformados impidieron el paso. Ante la presión, los uniformados reaccionaron con bombas de gas lacrimógeno y granadas aturdidoras, mientras los manifestantes lanzaban piedras. La multitud se replegó hacia un parque vecino a la Casa de la Cultura.
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El líder de las manifestaciones, Leonidas Iza, se vio sorprendido mientras daba una entrevista que fue interrumpida por las fuertes detonaciones. "Eso es una mala señal realmente. Habíamos pedido a nuestras bases que simplemente podamos hacer una marcha pacífica", declaró Iza, presidente de la poderosa Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie).