El papa Francisco pidió el fin de la violencia en Catatumbo, expresó cercanía a las víctimas y llamó a los grupos armados a detener la escalada del conflicto.
En la solemne Basílica de San Pedro, con la magnificencia propia del Vaticano, el papa Francisco selló un nuevo capítulo de su legado al elevar al rango de cardenales a 21 prelados provenientes de los rincones más diversos del mundo.
"El papa nunca ha pretendido ofender o expresarse en términos homofóbicos, y presenta sus disculpas a quienes se hayan sentido ofendidos por el uso de una palabra", dijo el Vaticano.