Ortega también lideró al país en los años 80.
La reelección de Daniel Ortega para un cuarto mandato consecutivo, con sus opositores presos o en el exilio, depara a Nicaragua una mayor crisis política y económica, en medio de un creciente aislamiento internacional.
Ortega, un exguerrillero que gobernó en los años 1980 enfrentado a Washington, y retornó al poder en 2007, se aseguró el domingo cinco años más en la presidencia con el 75,92% de los votos, ante cinco desconocidos candidatos derechistas, acusados de colaborar con el gobierno para validar el proceso.
¿Va Nicaragua a un sistema de partido único?
Analistas consultados por AFP coinciden en que Nicaragua consolidará un modelo de partido único con el Frente Sandinista (FSLN, izquierda) que controla Ortega, como ocurre en Cuba con el Partido Comunista.
Para Ortega, "el régimen político ideal es el modelo cubano porque [cree que] la existencia de varios partidos políticos divide a la nación", consideró el economista y analista Enrique Sáenz.
"Tal como están las cosas, con todos los partidos de oposición en la ilegalidad, de facto, es ya un régimen de partido único", estimó.
Afirmó que los grupos políticos "que Ortega tolera son las comparsas (colaboradores) que están subordinadas a su voluntad a cambio de pequeñas prebendas".
¿Hay condiciones para un diálogo político?
En enero, el mandatario anunció que promovería un diálogo nacional después de los comicios, pero no precisó detalles.
"Un diálogo en estas condiciones es imposible. Después de encarcelar a la oposición, ¿con quién va a dialogar?", cuestionó Belli.
"En esta etapa la única negociación posible que existe en su mente es para que sus opositores negocien la rendición incondicional. Cualquier medida que impulse con este nombre solamente será una estratagema para buscar reconocimiento al estatus quo", valoró Sáenz.
AFP.