Descubre consejos que te ayudarán a adoptar hábitos de belleza amigables con el medio ambiente.
No es un secreto que nuestro comportamiento y hábitos de consumo afectan en gran magnitud al medio ambiente. Por esta razón, es fundamental comenzar a implementar nuevas formas de vida en el día a día cotidiano, com por ejemplo: una rutina de belleza sostenible.
No se trata de cambiar nuestras rutinas de un momento a otro. Todo lo contrario. De hecho, se trata de ajustar algunas prácticas, hasta hacerlas 100% sostenibles.
En este artículo te brindamos siete consejos prácticos para alcanzar rutinas de belleza amigables con el medio ambiente.
Lee también: Frailejón Ernesto Pérez: vida y secretos de la planta más querida por los colombianos
1- ¡Hora de reciclar para una rutina de belleza sostenible!
Aunque quizás ya lo hagas, reciclar los productos de belleza suele ser una buena práctica. Así, por ejemplo, te recomendamos no arrojar algodones o productos de higiene al excusado.
En lugar de verter elementos en el inodoro, puedes organizarlos en contenedores, de tal forma que los envases plásticos y reciclables están en una misma caneca; así como otros residuos como algodones, papel usado o hilo dental, los cuales deben estar en un mismo espacio.
Y así con el cabello, las cuchillas, los envases biodegradables, los cepillos de dientes, los aerosoles y demás elementos cosméticos que tienes.
El secreto está en darle un manejo adecuado a cada uno de los productos que usamos.
2- Reduce los envases
Para el 2050 habrá más plástico que peces en los océanos, según estudios, los mismos que revelan cifras alarmantes como que el 40% de todo el plástico consumido pertenece a envases, de los cuales, la mitad son desechados después de un solo uso.
Así, podríamos seguir analizando cifras negativas que dan cuenta del perjuicio que ocasionan los recipientes plásticos en el planeta, entre ellos, claro, los relacionados con productos de cosmética.
Aunque no parece sencillo dar vuelta a estos datos negativos, existen prácticas tan sencillas como adquirir envases recargables o reutilizar los envases, bien sea para llenarlos de vuelta con el producto que requieres o para darle un nuevo uso, por ejemplo, convertirlos en portalápices.
De esta manera, puedes consumir el producto de siempre de una manera más consciente.
Otro truco está en comprar productos con envases reciclables, fabricados con bioplásticos a base de caña de azúcar o de fuentes naturales, así como aquellos hechos con resinas de polietileno reciclado y descontaminado.
En el mercado existen múltiples opciones para reemplazar los envases plásticos y así disminuir su impacto ambiental.
También te puede interesar: Paisajes sostenibles: un reto para preservar el medio ambiente
3- Apuesta por cepillos de madera
En la misma línea del consejo anterior, te recomendamos cambiar los cepillos tradicionales, los de mango de plástico, por cepillo de madera.
En la actualidad, los kits de higiene oral ecológicos están de moda. La razón es evidente: son amigables con el medio ambiente, ya que un cepillo de bambú está fabricado con materiales biodegradables (el bambú es una de las plantas que crece más rápido en el planeta), y además tiene propiedades antibacterianas.
Por todo esto, pásate a los cepillos dentales de madera y haz lo propio con los del cabello.
Sin duda, se trata de un cambio de hábito sencillo, pero significativo para el planeta. En definitivas, una rutina de belleza sostenible.
4- La copa menstrual y las cuchillas de acero
Así como con los cepillos de madera, la copa menstrual y las cuchillas de acero ofrecen múltiples beneficios para el medio ambiente.
Las copas menstruales, por ejemplo, están hechas con materiales que no contaminan, en su proceso de fabricación se reduce el uso de agua, en comparación con los tampones o toallas higiénicas.
Su uso también reduce la producción constante de desechos plásticos y de otro tipo, debido a la posibilidad de utilizar la misma copa incluso durante 10 años. Sin contar que para su cuidado e higiene se necesitan cantidades mínimas de agua.
Idéntica situación con las cuchillas de acero, las cuales tienen una larga duración frente a las de plástico, lo que necesariamente representa una reducción en la contaminación por este material.
Vale la pena incluir en esta misma categoría los protectores lavables, que indudablemente son mucho más amigables con el medio ambiente respecto a los convencionales.
5- Ordena tus cosas
En ocasiones tienes tantos elementos cosméticos que pierdes de vista, no solo su fecha de caducidad, sino su presencia misma, lo que te termina llevando a adquirir más y más productos.
En este sentido, resulta práctico organizar tus productos por fecha de vencimiento y frecuencia de uso. Así, los podrás utilizar antes de comprar otros o tendrás la oportunidad de regalarlos, en caso de ya no considerarlos indispensables.
Al final, se trata de evitar la acumulación, de desechar la menor cantidad de productos y de extender su vida útil.
6- Conoce los productos
Debido a que en el mercado existen un sinnúmero de productos de belleza asociados al cuidado del medio ambiente, ya no basta con guiarse simplemente por la apariencia de estos, es necesario conocer sus componentes o elementos que los identifican.
Así, por ejemplo, es bueno familiarizarse con los símbolos asociados con las pruebas en animales o biodegradables, tanto del producto como de su envase.
También revisa los componentes, evitando los parabenos, las microperlas plásticas, los colores artificiales y los conservantes químicos. Estos ingredientes, además de nocivos para el medio ambiente, suelen ser perjudiciales para la salud.
7- Usa productos multiusos
Finalmente, pero no menos importante, para lograr una rutina de belleza sostenible, es indispensable cambiar a los productos multiusos. ¿Qué quiere decir esto? ¡Sencillo! Utiliza productos que tienen más de un uso.
Por ejemplo, en vez de comprar un jabón de ducha y uno de tocador, puedes adquirir uno para las dos cosas, reduciendo el uso de envases plásticos.
Así también puedes utilizar una crema multipropósito amigable con el ambiente que reemplace a las cremas solares, hidratante y exfoliantes.
De esta manera, eliminas la necesidad de comprar diferentes productos y contribuyes a la disminución de la huella ambiental.
Como viste, todas son pequeñas acciones que sumadas, representan grandes cambios para el planeta en el corto, mediano y largo plazo.