La disputa entre ambas partes se remonta a casi dos décadas, y refleja una batalla más amplia sobre los derechos de los pueblos indígenas frente a las multinacionales.
La Calera alberga infraestructura clave del Acueducto de Bogotá, como la planta de tratamiento Francisco Wiesner y el embalse San Rafael, que suministran el 70% de su capacidad a la capital y a varios municipios vecinos.