El hecho, que ocurrió a las 4 de la mañana, dejó perdidas materiales en el lugar que fue construido hace más de 22 años y funcionaba como cancha de tejo y cantina, sin embargo, durante la pandemia también era ocupado por una comunidad cristiana, que se reunía miércoles, sábados y domingos. Las llamas, que consumieron por completo el quiosco, fueron rápidamente apagadas por vecinos para evitar que las casas aledañas, también con techo de palma, sufrieran los efectos del incendio. “Los Bomberos llegaron cuando ya estaba bastante adelantado el incendio. La comunidad cooperó bastante para ayudar a apagar las llamas y le doy gracias a los vecinos, pues nos preocupaba que las casas aledañas fueran también consumidas por el incendio ya que viven varias personas y menores”, explicó, entre lágrimas, José Luis Castro Díaz, propietario del quiosco.
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Castro Díaz agregó que un corto circuito pudo haber sido la causa de la conflagración porque la luz tuvo un altibajo a esa hora. Sobre el incendio, Yuris Gordon Díaz, habitante del sector, que ayudó a apagar las llamas, manifestó su inconformidad por el atraso que tuvieron los bomberos por falta de combustible. “Gracias a Dios y a la comunidad que nos prestó mucha ayuda pudimos controlar las llamas, pues tenemos una alberca. Los Bomberos se presentaron ya al final cuando el incendio había sido apagado y al pedirles explicaciones nos dijeron que no habían llegado a tiempo por falta de combustible”, dijo la mujer. Finalmente, hizo un llamado a las autoridades del municipio y a la alcaldía de Cartagena a que tomen medidas, sobre todo con el Cuerpo de Bomberos, para que estos puedan atender las emergencias a tiempo. Colprensa
