El panorama es desolador para los pescadores que recorren el río Sogamoso en busca del sustento diario: el río se está secando. En varios tramos, donde antes fluía el agua, ahora se encuentran pedregales desprovistos de peces y esperanzas.
Leonidas Santos, poblador del sector de la Cascajera y pescador desde hace treinta años, asegura que la situación hace casi imposible las faenas de pesca, dejando a quienes ejercen este oficio con escasas oportunidades para ganarse la vida. “Los niveles están muy bajitos y ya uno no puede andar en el río, las canoas se vuelve nada porque toca sacarlas por esos pedregales secos, donde no hay agua ni para uno moverse. Nosotros como pescadores estamos mal”, relata.
Panorama desolador del Río Sogamoso
A eso, se suma la mortandad. Según los pobladores que residen aguas abajo del río, ante la alteración del caudal y las condiciones inhóspitas, ya empiezan a verse pequeños peces sin vida, atorados entre las piedras o flotando entre los charcos que quedan.
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“En el río hay partes donde uno puede pasar prácticamente caminando; tenemos los videos que lo demuestran; ahora tenemos una mortandad por bajonazos de los niveles del río. El panorama es triste porque nos toca ver especies muy pequeñas muertas, son los peces más pequeños que están muriendo, a principio de semana lo pudimos evidenciar”, dijo Cecilia Mantilla Torres, campesina de la vereda La Putana del municipio de Betulia, Santander.
La situación, según los campesinos, no es producto de la sequía sino que obedece al impacto de las operaciones de la hidroeléctrica Sogamoso; “Los bajos niveles se deben a las operaciones de Isagén, los bajan demasiado y eso es lo que tiene este panorama tan triste en el río Sogamoso; ese caudal hay que actualizarlo y ellos siguen manejando el mismo caudal después de casi diez años. La hidroeléctrica está afectando al río y al gremio pesquero, los peces mueren. Ellos están secando el río”, dijo Seferino Garay, líder social.
Por eso, exigen a las autoridades ambientales y a Isagén, propietaria de la hidroeléctrica, que tenga en cuenta las afectaciones generadas al medio ambiente y a los campesinos que obtienen su sustento del río.
“Lo que pedimos a Isagén es que mire las condiciones en que estamos los campesinos y los pescadores. Queremos que busquen soluciones para nosotros poder subsistir, porque si llueve malo y si no, también; la afectación es constante en todo lo largo del río Sogamoso, son 75 kilómetros aguas abajo afectados por los bajos niveles. Ellos dicen que todo está controlado, que todo está bien y los mentirosos somos los campesinos., hemos tenido reuniones y lo que dijeron en la última reunión es que el Anla le pide a Isagén que debe hacer un nuevo estudio de impacto ambiental, para revisar las afectaciones después de que empezó a operar la empresa y estamos exigiendo que lo hagan”, dijo Cecilia Mantilla.
En el corregimiento El Llanito, en Barrancabermeja, los pescadores dicen vivir una situación similar por los bajos niveles de la ciénaga que lleva el mismo nombre.
“Es lamentable, desde que empezaron a llenar la represa acá se ha sentido el flagelo de la falta de agua; además hay afectación en las producción de bocachico, pacora, blanquillo y cerca de 25 especies, ya no hay la misma producción y eso se lo debemos a Isagén. Ahora para salir del Puerto de la quebrada la Roja, si el motor se prende un kilómetro es mucho, de resto, todo es seco”, dijo Enot Chacón Benavides, vicepresidente de la Asociación de Pescadores de El Llanito.ç
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Las comunidades afectadas adelantan reuniones para programar acciones de protesta para exigir atención urgente a la problemática.
¿Qué dice Isagén?
Isagén, mediante un comunicado de prensa, informó que ha cumplido el caudal mínimo de agua que debe conservar el río Sogamoso, “cifra que está expresada en valores de metros cúbicos de agua por segundo (80 m3/seg para el río Sogamoso), lo que garantiza las condiciones biológicas del río”, indicó.
Y agregó que, teniendo en cuenta la variación en el caudal puede darse atrapamientos de peces en las orillas, por lo que ya destinó un grupo de rescatistas para ahuyentarlos hacia zonas más profundas o rescatarlos en caso de ser necesario.
“Es importante tener en cuenta que los cambios en el caudal del río no pueden atribuirse únicamente a la operación de la Central, ya que son consecuencia de las temporadas secas y de lluvia registradas; por el contrario, el embalse Topocoro ha jugado un papel muy importante en la contención de crecientes, durante el largo fenómeno de La Niña que culminó a inicios del año y asegura que se mantenga un caudal permanente, incluso en temporadas secas, como la del fenómeno El Niño que acaba de comenzar”, se lee en el comunicado.
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