Esta no era la primera vez que el Congreso de Perú intentaba destituir al presidente Pedro Castillo.
Esta no era la primera vez que el Congreso de Perú intentaba destituir al presidente Pedro Castillo. Ya se habían adelantado iniciativas con ese propósito durante los casi 17 meses de mandato.
En diciembre de 2021, por ejemplo, el congreso de ese país, votó la destitución del mandatario por las mismas razones de este miércoles argumentando una "incapacidad moral" de Castillo para dirigir el país.
En ese entonces, la moción no llegó a buen puerto pues tuvo 76 votos en contra, 46 a favor y 4 abstenciones.
Tres meses después tuvo lugar un 'segundo round', pero nuevamente
solo 55 legisladores votaron a favor de la destitución, 54 lo hicieron en contra y 19 se abstuvieron. La moción requería de 87 votos para ser aprobada.
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Finalmente, la destitución de Castillo
fue aprobada en su tercer intento este miércoles con 101 votos de un total de 130 congresistas.
La vicepresidenta Dina Boluarte, una abogada de 60 años,
fue juramentada como jefa de Estado y dijo que gobernará hasta julio de 2026, cuando estaba previsto el fin del mandato de Castillo. Será la primera mujer en presidir Perú.
Desde que Castillo asumió la presidencia en julio de 2021 vivió bajo el asedio del Congreso y la fiscalía, que lo acusa de
dirigir una presunta "organización criminal" que reparte contratos públicos a cambio de dinero.
Tras la destitución, el gobierno del presidente estadounidense Joe Biden calificó rápidamente a Castillo de "expresidente" y estimó que los congresistas peruanos tomaron "medidas correctivas" de acuerdo con las reglas democráticas.
Luego del mensaje de Castillo a la nación en el que ordenaba disolver los poderes legislativo y judicial y convocaba una constituyente, altos funcionarios y analistas
denunciaron un golpe de Estado.
La fiscal de la nación, Patricia Benavides, señaló su "rechazo de manera enfática" a "todo quebrantamiento del orden constitucional".
Tras su anuncio de disolución del Congreso, Castillo abandonó el Palacio Presidencial y se dirigió a la Prefectura de Lima con su custodia policial.
Imágenes difundidas por la administración de justicia peruana lo mostraron sentado en un sillón rodeado de fiscales y policías.
Se desconoce su situación legal, aunque medios locales aseguran que está detenido.
"¡No era presidente; era un delincuente!", gritaban opositores frente a la sede policial.
El paradero de su esposa e hijos era desconocido en medio de
rumores de un asilo en la embajada de México en la capital peruana.