Recomendaciones para hacerle frente a la inflación

Este miércoles el Dane reportó la cifra de inflación para septiembre, que nuevamente alcanzó máximos históricos y se convierte en la más alta en lo corrido de este siglo con una variación anual del 11.44%. El alza de precios no es un asunto exclusivo de Colombia. Este fenómeno se está presentado en muchos países del mundo entre otras razones por la guerra en Ucrania, la escasez de fertilizantes que provienen de esos países y el excedente de dinero que los gobiernos generaron durante la pandemia por la covid-19.

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Esta subida de precios lleva a que los bancos centrales suban las tasas de interés para desincentivar el consumo y de esta manera evitar que los precios sigan subiendo. Así que estas son las recomendaciones para que esto te perjudique lo menos posible.

Recomendaciones para enfrentar la inflación

1. No endeudarse

El adquirir deudas durante un periodo de alta inflación es contraproducente para nuestras finanzas, porque tendremos que pagar más dinero en intereses. Así que si eres de las personas que usa la tarjeta de crédito como si no hubiera un mañana y difiriendo las compras a más de una cuota, piénsalo dos veces. Tampoco es recomendable adquirir créditos de libre inversión si no es estrictamente necesario.

2. Saldar las deudas actuales

Si tienes deudas que vienen de meses o años anteriores, lo mejor que puedes hacer es saldarlas lo más pronto posible. Esto es abonar a capital montos más altos de lo que sugiere el extracto bancario.

3. Fijarse en las marcas

Si a la hora de mercar estás casado con una marca o un almacén en especial, lo ideal es comparar a la hora de comprar. Seguramente habrá un producto o supermercado que te ofrezca la misma cantidad, pero con precios más bajos.

4. Aprovechar las promociones

Lo de llevar más por menos siempre será una buena recomendación y más si se trata de productos que tienen fechas de expiración amplias o no las tienen, como los productos de aseo. También es útil fijarte en el precio por gramo en presentaciones grandes de un mismo producto.

5. Hacer uso del ‘cashback’

El cashback no es más que dinero que tienes de vuelta al hacer compras con determinadas tarjetas de crédito o aprovechando los cupones de algunas aplicaciones. Así que la recomendación es consultar con tu entidad financiera para saber si tiene en su portafolio productos con este beneficio o hacer uso de aplicaciones como Tucash, Leal o Gelt que te devuelven dinero en efectivo por tus compras en determinados productos. Cuando tengas suficiente cashback puedes abonarlo a tu pago mensual (en el caso de las tarjetas de crédito) o usarlo para otras compras.

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6. Hacer un uso adecuado de los servicios de domicilio

Si el restaurante en el que acostumbras a comer queda relativamente cerca de tu domicilio o sitio de trabajo, lo mejor es ir hasta el lugar, pues acudir al servicios o aplicaciones de domicilio puede elevar considerablemente el precio del producto que consumes.

7. Ojo con la comida fuera de casa

Restaurantes y hoteles con 1,03% de incremento, fue una de las divisiones que más aportaron a la inflación en septiembre. Aunque comer fuera de casa es un placer, que es justo satisfacer regularmente, hay que tener en cuenta que en el mercado hay opciones para todos los bolsillos y existen opciones desde 20.000 hasta los 100.000 pesos. Mira cuál es la oferta que se ajusta a tu bolsillo y en lo posible sal a comer en grupos grandes.

8. Invierte los excedentes o la inflación los devorará

¡Ojo! No se trata de que corras a comprar acciones en bolsa. Si mensualmente cuentas con excedentes de dinero, lo mejor es invertirlos en productos de renta fija como los CDT. Varias entidades te ofrecen alternativas para invertir tu dinero desde los 100.000 con plazos desde los 3 hasta los 24 meses. Lo cierto es que ese dinero rendirá mucho más estando invertida que en tu cuenta de ahorros.

9. Registra tus gastos

En las tiendas de aplicaciones existen decenas de apps que te permiten llevar un control de tus ingresos y tus gastos. El identificar cómo gastas tu dinero es el primer paso para tener unas finanzas personales saludables.