La energía ha sido un tema recurrente en las conversaciones de los colombianos en los últimos meses. Puesto que situaciones como el fenómeno del Niño, la falta de liquidez de las empresas comercializadoras, las altas tasas de interés y los retrasos en los proyectos de generación y transmisión vienen contribuyendo a que no se reduzcan los costos del servicio en el país.
Para 2023, según las cifras presentadas por el Dane, los precios de la energía experimentaron un aumento del 20,7%, superando significativamente la tasa de inflación general, que fue del 9,28%. Además, en todas las capitales de la costa caribe colombiana, el costo de la electricidad aumentó por encima del promedio nacional, afectando la competitividad de esa región.
Dada la situación actual, en el país se está debatiendo el proyecto de resolución para intervenir los precios de energía en bolsa durante el Fenómeno de El Niño. Esta iniciativa está siendo liderada por la Comisión de Regulación de Energía y Gas, Creg.
Sin embargo, Asoenergía ya expresó su preocupación sobre la propuesta de intervención en el precio de bolsa, que establece un tope de $532/kWh, pues señala que impactaría negativamente a los consumidores finales al intentar compensar esta acción con aumentos en el componente de las restricciones de la tarifa final de energía.
Según Santiago Uribe, Co-Fundador y Gerente Comercial de Azimut, la empresa que ha creado un ecosistema que vincula a las empresas con soluciones de ahorro de energía mediante datos, intervenir en los precios de la energía en bolsa no será la solución.
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Él sostiene que es necesario que más personas y empresas se conviertan en prosumidores, es decir, individuos que no solo consuman productos o servicios, sino que también participen activamente en su creación, promoción y mejora. “La eficiencia energética no solo debe abordarse desde una perspectiva con implicaciones ambientales, sino también desde razones económicas, especialmente para empresas de diversos sectores industriales. Ser conscientes y participar activamente no solo ayuda a reducir los costos operativos, sino que también refuerza la competitividad a largo plazo al hacer frente a la volatilidad de los precios energéticos y las regulaciones ambientales más estrictas”, señala Uribe.La energía y el fenómeno de El Niño
Cabe anotar que en caso de que El Niño se prolongue durante el primer trimestre de 2024 con una fuerte intensidad, se prevé una reducción de los embalses hídricos, por lo que algunas proyecciones indican que las tarifas podrían aumentar entre 15% y 20%. Ante este escenario, el directivo de Azimut Energía señaló tres aspectos cruciales relacionados con el ahorro energético en grandes empresas que debería tener en cuenta los gerentes y directivos en este 2024: Lo primero que deben saber es que las empresas tienen el potencial de lograr un ahorro del 30% en los costos del servicio mediante la implementación de diversos procesos y acciones. Estas se dividen en la Gestión de la Compra, Gestión del Uso, Sustitución Tecnológica y Generación Distribuida. Estas estrategias fomentan la eficiencia energética, utilizando la tecnología para detectar y corregir consumos desconocidos, eliminar procesos redundantes, sustituir equipos obsoletos y derrochadores de energía, entre otras medidas. Lo segundo que debe saber es que hay una serie de oportunidades en las que se puede ahorrar en el precio del kilovatio. Por ejemplo, es usual que algunas compañías podrían estar pagando un sobrecosto del 20%, debido a algo que se le llama “contribución”. Un gravamen se aplica a los usuarios industriales, comerciales y residenciales de estratos 5 y 6, y que tiene como objetivo financiar el subsidio otorgado a los clientes residenciales de estratos 1, 2 y 3, actuando como una inversión social. Sin embargo, es importante destacar que la legislación colombiana otorga ciertos beneficios tributarios a los usuarios del sector industrial en relación con el costo mensual del servicio de energía eléctrica, siendo uno de ellos, la exoneración de la contribución mencionada anteriormente.
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En caso de no contar con el capital necesario para este tipo de proyecto, también se puede considerar un contrato PPA (Power Purchase Agreement), que es un acuerdo a largo plazo entre un desarrollador de energía renovable y un consumidor para la compra de energía sin necesidad de inversiones por parte del cliente. En medio de los desafíos del Fenómeno del Niño y otros fenómenos climáticos en Colombia, las grandes empresas juegan un papel crucial en la transición hacia un sector energético más resiliente y sostenible. La adopción de prácticas y tecnologías innovadoras será fundamental para asegurar la estabilidad y asequibilidad de la energía en el país, así como para mitigar los riesgos asociados con la volatilidad climática.