Estos ataques son atribuidos a los grupos yihadistas afiliados al grupo Estado Islámico y Al Qaida.
Al menos 480 civiles murieron en ataques yihadistas en Burkina Faso entre mayo y agosto, afirmó el lunes el Consejo Noruego para los Refugiados (NRC), una oenegé que subraya las "necesidades humanitarias urgentes" en el país. La organización manifestó también su preocupación por el recrudecimiento del número de desplazados en los últimos meses, con más de 275.000 personas "obligadas a huir por la nueva ola de violencia" que ocurre desde abril. Según el NRC, 55.000 personas en promedio se han visto obligadas a huir cada mes de sus hogares desde abril, cerca de tres veces más que las cifras mensuales promedio entre octubre de 2020 y marzo de 2021.
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En total, son más de 1,4 millones de personas las que fueron obligadas a salir de sus localidades en Burkina Faso, a causa de los ataques. "La lentitud y la falta de respuesta humanitaria obliga a la población a escoger entre la inseguridad y el hambre", alertó el NRC en un comunicado. País pobre de África occidental, Burkina Faso enfrenta desde 2015 ataques yihadistas frecuentes y sangrientos, en particular en las regiones del norte y del este. Estos ataques, atribuidos a los grupos yihadistas afiliados al grupo Estado Islámico y Al Qaida, causaron más de 1.500 muertos, según las autoridades locales. Más de 1,3 millones de desplazados se "beneficiaron de una asistencia alimentaria de 38.000 toneladas en todas las regiones del país", añadieron. AFP