Las autoridades de salud priorizaron a las personas con cáncer dentro del Plan de Vacunación contra el nuevo coronavirus.
Luego de que en 2020 la Organización Mundial de la Salud (OMS) declarara, de manera oficial, la pandemia generada por el nuevo coronavirus, la comunidad científica se ha volcado a conocer más sobre este virus y entender cómo afecta la salud de los seres humanos, logrando por ejemplo el desarrollo de varias vacunas que hoy en día son la principal arma para contener los contagios y evitar el colapso del sistema de salud.
Cáncer de mama: historias de valentía, cifras y recomendaciones de expertos
Las investigaciones han demostrado que las personas con comorbilidades, tienen un mayor riesgo de morir por causas asociadas al nuevo coronavirus. Algunas de las más importantes son la diabetes, problemas del corazón y por supuesto, el cáncer. Según el Instituto Nacional de Cáncer de Estados Unidos (NIH), las personas con cáncer tienen un riesgo más alto de infección prolongada y muerte por covid-19. Esto, porque las personas con esta enfermedad suelen tener una concentración de células inmunitarias anormal o baja y no crean suficientes anticuerpos. De acuerdo con el Ministerio de Salud, se ha evidenciado que el riesgo de morir en pacientes con cáncer por efectos del nuevo coronavirus es de alrededor de 3 a 4 veces mayor que el de una persona sin enfermedades subyacentes. Dentro del Plan Nacional de Vacunación, las personas con cáncer fueron priorizadas para recibir la vacuna. De igual forma, la tercera dosis también fue enfocada en esta población, con el fin de fortalecer el sistema inmunitario.Dos años de desinformación sobre las vacunas contra el covid-19
Un efecto secundario poco común de las vacunas contra la covid-19 es la hinchazón de los ganglios linfáticos de la axila, que podría confundirse con un signo de cáncer de mama. Debido a este efecto secundario inusual, el NIH aconseja retrasar la mamografía durante al menos 1 mes después de recibir la vacuna. Por último, el Ministerio resalta que estas personas deben mantener las medidas de bioseguridad, especialmente, si aún están siendo tratados por la enfermedad.