La región del Catatumbo enfrenta una de las peores crisis humanitarias de los últimos años, con al menos 11.000 personas desplazadas en tan solo cuatro días en los municipios de Tibú, Ocaña y Cúcuta.
El conflicto, alimentado por la violencia de grupos armados ilegales, ha generado una ola de desplazamientos masivos y confinamiento de comunidades rurales que viven bajo constante amenaza.
En un esfuerzo por mitigar esta tragedia, el Gobierno Nacional ha enviado cuatro toneladas de ayuda humanitaria y reforzado la seguridad en las cabeceras municipales de la región. Además, albergues en Ocaña, Tibú y Cúcuta han sido habilitados para brindar refugio a los desplazados.
La Fuerza Aeroespacial Colombiana también ha desplegado una operación humanitaria de gran escala, transportando 17 toneladas de ayuda a Cúcuta para atender a las víctimas.
Por su parte, la Unidad de Víctimas, Desde las 7:00 a.m., continúan prestando apoyo a la población y entregando
kits humanitarios en Cúcuta, Ocaña y Tibú.
Hoy, la Defensora del Pueblo Iris @MarnIris estuvo en Ocaña, Norte de Santander, para hacer seguimiento a la crisis humanitaria en el Catatumbo a causa del conflicto armado en la región.
En 4 días se han reportado al menos 11.000 personas desplazadas en Tibú, Ocaña y Cúcuta.… pic.twitter.com/dnoDFmGR8S— Defensoría del Pueblo (@DefensoriaCol) January 20, 2025
Presencia militar reforzada
El ministro de Defensa anunció que tropas de Fuerzas Especiales han sido enviadas para asegurar las zonas más críticas y garantizar la seguridad de los ciudadanos. Además, se ha implementado una operación de rescate para personas en riesgo y se trabaja en una estrategia para el control efectivo del territorio, con un incremento significativo de la presencia militar en la región.
Sin embargo, las medidas adoptadas parecen insuficientes frente a la magnitud de la crisis. En las áreas rurales, numerosas comunidades permanecen confinadas y aterrorizadas, sin acceso a ayuda humanitaria básica.
Impacto en los firmantes de paz y denuncias de la Defensoría
El ministro de Defensa confirmó que, entre las víctimas, se encuentran firmantes de paz: cinco personas han muerto y seis más están desaparecidas. Por su parte, la Defensoría del Pueblo alertó sobre la grave situación, subrayando el desplazamiento masivo y las necesidades urgentes de las comunidades afectadas.
Aunque el Gobierno y las fuerzas de seguridad han tomado medidas para responder a esta crisis, la violencia en el Catatumbo continúa afectando a miles de personas. Las operaciones militares, la entrega de ayuda humanitaria y los albergues habilitados son un alivio temporal, pero la raíz del conflicto permanece intacta, dejando a las comunidades en una situación de extrema vulnerabilidad.
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