Todo está caro y eso se nota en los servicios públicos. Según el reporte de inflación del Dane, en agosto, los precios de la energía se encarecieron con una variación del IPC para el octavo mes del año fue de 25,9%. Ocho ciudades son afectadas con más fuerza con la elevación de los precios de la energía. Donde más ha aumentado el precio es en Santa Marta (49,9%), Riohacha (47,1%), Barranquilla (44,4%), Sincelejo (40,7%), Valledupar (40,4%) y Montería (40,4%). Por esto mismo, el presidente Gustavo Petro, se preguntó si “¿puede aumentar el pago por servicio de electricidad cuando los embalses están llenos y es temporada de muchas lluvias?”, de hecho, citó a todas las autoridades del sector energético “para que nos expliquen este comportamiento extraño” dijo.
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Propuestas para bajar los precios de la energía
El pasado martes, los gremios del sector de electricidad afirmaron un comunicado en el que reiteran su compromiso para buscar estrategias que aporten al problema de los precios de la energía que pagan los colombianos. El comunicado estuvo dirigida a la ministra de Minas y Energía, Irene Vélez, y hay diferentes puntos. Una de las soluciones que se propusieron desde la Asociación Colombiana de Distribuidores de Energía Eléctrica (Asocodis), y es crear un Fondo de Estabilización tal como existe para los precios de los combustibles o para el café.
¿Cómo se calculan los precios de la energía?
Vale la pena responder cómo se define el recibo que cada mes llega a su casa por alguna entidad prestadora de energía. Según José Camilo Manzur, director ejecutivo de Asocodis la tarifa de la energía que paga cada hogar se compone del costo de la prestación del servicio (costo unitario) multiplicado por el consumo. Es decir, lo que le cuesta a la empresa generar la energía, más lo que consume cada hogar. “En promedio se puede decir que el recibo que pagan los hogares colombianos se integra de componentes como el costo de generación de energía, transmisión, distribución, comercialización, pérdidas y restricciones en la producción y transporte de la energía eléctrica”, explicaron. Allí, según Manzur, el peso de cada uno de ellos en el precio final es variado. Pues, mientras que la generación y la distribución representan cerca de 35% cada uno, la comercialización y las pérdidas lo hacen en 10% cada uno. La transmisión y las restricciones pueden llegar a estar ambas entre 5% y 10%.
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Ahora, en el escenario pospandemia, dicho incremento se ha venido realizando de manera sostenida (por más tiempo) pero en cuotas mucho más pequeñas. Según se afirma en la carta de los gremios, solo sobre este mecanismo existirían saldos pendientes por cobrar que sumarían $4 billones. Los insumos, también serían otro problema, el Índice de Precios al Productor ha tenido incrementos acumulados en 2022 de hasta 21,8%. Y esto desde ya enciende las alertas de las empresas generadoras. Colprensa - La República