Salma Luévano fue encarcelada por vestirse de mujer, pero esa humillación dio inicio a una lucha de tres décadas que las convirtió, a ella y a María Clemente García, en las primeras congresistas transgénero de México. Entonces de 17 años, Salma paseaba con amigas en un centro comercial de la conservadora ciudad de Aguascalientes (centro), cuando empezó a sonar una sirena policial. De repente estaban rodeadas de agentes que las acusaron de "atentados al pudor", cuenta a la AFP la legisladora electa el pasado 6 de junio. Salma pasó 36 horas presa, una experiencia amarga que no obstante marcó el comienzo de su activismo por el respeto a la diversidad sexual. Primero fue un plantón frente al palacio municipal en rechazo a las detenciones, en el que la joven y sus acompañantes terminaron semidesnudas para llamar la atención de las autoridades.
Día del orgullo LGBTI: una lucha por los derechos y la igualdad
Luego, un "cabildeo a golpe de sentencia", como se refiere a las batallas legales por la identidad sexual o la que obligó a los partidos a incluir a miembros de la comunidad LGBT en sus listas de candidatos a las pasadas elecciones. Esa decisión de la autoridad electoral les permitió a Luévano y García ser elegidas diputadas federales por el partido gobernante Morena. "Es un gran mensaje para nuestra población que por décadas ha sido tan discriminada", dice Luévano, defensora de derechos humanos y estilista de 52 años. Simboliza "la dignificación que históricamente se nos debía", añade esta abogada en formación, con traje de mezclilla y tacones.Sector vulnerable
Licenciada en administración de empresas y estudiante de literatura, María Clemente García no ha podido sin embargo ejercer profesionalmente, según ella, por discriminación. Hasta hace poco, esta activista de izquierda se ganaba la vida como taxista en Ciudad de México. Es "histórico que el sector más vulnerable de la población de la diversidad sexual, las mujeres trans, seremos parte en la toma de decisiones del país", refiere García, de 36 años. Debido a la violencia en su contra, la esperanza de vida para las personas trans en México es de 35 años, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, frente a 77 de toda la población. Por número de víctimas, México es el segundo país más letal para los transexuales después de Brasil, señalan por su parte las oenegé Letra S y Transgender Europe. En 2020 fueron asesinados 79 miembros de la comunidad LGBT en México (43 de ellos personas trans), frente a 117 de 2019, una baja que Letra S atribuye a las restricciones por la pandemia de covid-19. Como parlamentaria, García se propone modificar el primer artículo de la Constitución, que prohíbe la discriminación por "preferencia sexual" -concepto que considera "equivocado"- para que lo sea por "orientación sexual, identidad y expresión de género". A su vez, Luévano quiere ampliar el derecho a la identidad de género para reducir la "pobreza extrema" que aqueja a la población trans por "falta de oportunidades". Esa garantía, que permite cambiar de nombre y género en documentos oficiales, está reconocida en 13 de 32 estados mexicanos.¿Qué significan los colores de la bandera LGBTI?