La Operación Orión, llevada a cabo el 16 y 17 de octubre de 2002 en la Comuna 13 de Medellín, se erige como uno de los episodios más controversiales de la historia reciente de Colombia. En un reciente pronunciamiento, el presidente Gustavo Petro la calificó como una acción que "a sangre y fuego" expulsó a las guerrillas de la zona, pero que entregó su control a grupos paramilitares liderados por figuras como Diego Fernando Murillo, alias Don Berna.
El presidente Petro, quien en su momento denunció las irregularidades de esta operación desde el Congreso, ofreció un desgarrador testimonio sobre las consecuencias de esta intervención militar, que dejó más de 500 desaparecidos, desplazó a miles de personas y consolidó el dominio paramilitar en la ciudad.
La primera acción del primer gobierno de Uribe, fue tomar a sangre y fuego la comuna XIII de la ciudad de Medellín, acción que expulsó milicias de grupos guerrilleros para pasar al control de Don Berna y los grupos paramilitares.
El ejército y la policía solo transfirieron el…— Gustavo Petro (@petrogustavo) December 22, 2024
¿Qué fue la Operación Orión?
La Operación Orión, ordenada por el gobierno de Álvaro Uribe Vélez, fue presentada como un esfuerzo para retomar el control de la Comuna 13, una zona estratégica de Medellín que para entonces albergaba la presencia de milicias guerrilleras. La intervención movilizó más de 1,500 efectivos del Ejército, la Policía Nacional y organismos de inteligencia. Helicópteros sobrevolaron la zona mientras las fuerzas militares incursionaban en los barrios, dejando una estela de violencia y graves denuncias de violaciones a los derechos humanos.
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Según el presidente Petro, esta operación no solo buscaba expulsar a las guerrillas, sino que, al hacerlo, entregó el control del territorio a los grupos paramilitares.
“El ejército y la policía solo transfirieron el mando de la zona de unos grupos ilegales que la élite del Poblado consideraba enemigos, a otros grupos ilegales que esa misma élite consideraba amigos, e incluso, dirigía”. Afirmó el presidente Petro
Uno de los episodios más desgarradores de la Operación Orión está relacionado con La Escombrera, un sitio en la parte alta de la Comuna 13, señalado como el lugar donde fueron arrojados los cuerpos de cientos de jóvenes ejecutados. Según el primer mandatario, varios de estos crímenes ocurrieron con la participación de hombres que portaban brazaletes del CTI, bajo la dirección de la Fiscalía de ese entonces, liderada por Luis Camilo Osorio.
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Entre los testimonios más impactantes se encuentra el de Juan Carlos Tanus, un taxista que sobrevivió a un intento de ejecución. Gravemente herido, logró escapar de La Escombrera y denunciar los hechos ante el actual presidente, quien en ese momento era congresista. Tanus testificó en el Congreso, revelando cómo las fuerzas estatales y los paramilitares colaboraban para realizar ejecuciones sistemáticas.
Además de las desapariciones, la Operación Orión desencadenó un desplazamiento interno masivo en Medellín. De acuerdo con el Centro de Memoria Histórica, 1.259 personas tuvieron que abandonar sus hogares ese año debido a las amenazas paramilitares. Según el primer mandatario, este desplazamiento formó parte de un proceso deliberado de “blanqueamiento” de la comuna, promovido por sectores de la élite de Medellín.
“Mientras se aplaudía a Uribe, los paramilitares sacaban a todas las familias que consideraban enemigas de los barrios de la comuna. Creció el desplazamiento interno de Medellín en decenas de miles de personas”. Enfatizó el primer mandatario.
El jefe de Estado de los colombianos conectó la Operación Orión con la posterior aparición de los falsos positivos, ejecuciones extrajudiciales de jóvenes presentados como guerrilleros caídos en combate. Según el mandatario, estas prácticas nacieron de una doctrina militar que priorizaba las bajas como medida de éxito, una política que cobró la vida de más de 6,402 jóvenes en Colombia.
“De la Operación Orión, y con aplauso ciudadano y de la prensa, surgió el peor crimen contra la humanidad en la historia contemporánea de las Américas". Finalizó el presidente Petro
Veintiún años después de la Operación Orión, sus consecuencias siguen siendo una herida abierta en el tejido social de Medellín y Colombia. Las víctimas y sus familias continúan buscando verdad, justicia y reparación, a través de los tres hallazgos de estructuras óseas en La Escombrera de La Comuna 13 por parte, confirmados por la Jurisdicción Especial para la Paz y la Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas (Ubpd).
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