En diálogo con Hollman Morris, el excanciller Álvaro Leyva Durán respondió a la carta que el expresidente Juan Manuel Santos publicó en su cuenta de X dirigida al Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, y en la que cuestiona entre otras cosas, la posibilidad de una asamblea constituyente en el marco de los Acuerdos de Paz de la Habana.
En la carta, Santos afirma que:
“… funcionarios y exfuncionarios colombianos le han atribuido a algunos párrafos del Acuerdo de Paz de la Habana, un significado que es contrario a su objeto, alcance y finalidad, lo cual es posiblemente incompatible con el principio de buena fe.
…el Acuerdo Final lejos de prever mecanismos extrainstitucionales o de buscar eludir los procedimientos establecidos en la Constitución de Colombia. (Sic) "fue ratificado por el Senado y por la Cámara de Representantes (...)", además, en aquellos aspectos cuya implementación exigía cambios constitucionales, se siguió el procedimiento establecido en la Constitución para la adopción de enmiendas en cumplimiento de lo acordado”.
En respuesta, el excanciller comenta que el expresidente Santos desconoce lo que él mismo firmó y añade que: “espero que no vaya a hacer el oso, me daría mucha pena” en referencia a que espera que la carta, finalmente no sea enviada a la ONU.
Con su carta a la ONU dando explicaciones no pedidas y en la que no menciona que insinuó que las FFMM podrían actuar contra el gobierno, @juanmansantos ha dejado claro tres cosas:
1- Que aún no entiende bien qué firmó.
2- Que olvida que no firmó a nombre propio sino de un Estado…— Álvaro Leyva Durán (@AlvaroLeyva) June 4, 2024
La legalidad de la asamblea constituyente en el centro del debate
En la entrevista, el excanciller Leyva presentó extractos del Acuerdo de Paz firmado en la Habana, con los que argumenta a favor de un gran acuerdo político nacional que, en realidad vendría siendo equivalente a una asamblea constituyente, con la cual, se busca avanzar con los compromisos adquiridos en las negociaciones con las FARC-EP.
“Por lo anterior, el Gobierno de Colombia y las FARC-EP, con el ánimo de consolidar aún más las bases sobre las que edificará la paz y la reconciliación nacional, una vez realizado el procedimiento de refrendación, convocarán a todos los partidos, movimientos políticos y sociales, y a todas las fuerzas vivas del país a concertar un gran ACUERDO POLÍTICO NACIONAL encaminado a definir las reformas y ajustes institucionales necesarios para atender los retos que la paz demande, poniendo en marcha un nuevo marco de convivencia política y social.”
En el apartado del Acuerdo de Paz, se menciona la necesidad de un acuerdo político nacional producto de lo que Leyva nombra un “desate del poder constituyente” convocado tanto por las partes contratantes (firmantes del acuerdo) así, como de las bases de la sociedad civil como el movimiento estudiantil, agrario, comunal, y demás fuerzas políticas.
Seguido, el excanciller explicó que el acuerdo de paz es una declaración unilateral de Estado de obligatorio cumplimiento, so pena de sanciones internacionales; y que lo aprobado por el Consejo de Seguridad de la ONU, se vincula al ordenamiento jurídico nacional de manera prevalente. De esta manera, Leyva, deja en claro que tanto el llamado a un ejercicio de poder constituyente, así como una eventual asamblea, son mecanismos que gozan de legalidad.
Por su parte, debido a que el avance del cumplimiento del acuerdo de paz no va al ritmo esperado por diversos factores como trabas administrativas y falta de voluntad política en el Congreso para adelantar reformas estructurales, entre otros factores, el canciller comenta que dicho acuerdo nacional no necesariamente debe pasar por el Congreso, sino que, puede surgir de lo que él llama “el poder constituyente, es decir el pueblo”.
En la entrevista, que dura poco más de una hora y que pueden consultar en el siguiente enlace el excanciller Leyva responde al expresidente Santos se hace un llamado a la ciudadanía para que, en un ejercicio reflexivo, se puedan contemplar alternativas que permitan el cumplimiento de lo negociado no solo en el Acuerdo de Paz con las FARC-EP, sino que, también, se puedan contemplar vías jurídicas para nuevos procesos de negociación en el marco de la Paz Total.
