Hombre de 70 años es acusado de drogar a su esposa para que otros la violaran durante casi una década

Hombre de 70 años es acusado de drogar a su esposa y ofrecerla por skype para ser violada

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La víctima, una mujer de más de 70 años, vivió años de abuso sin ser consciente de lo que ocurría. Por lo menos 51 hombres van a juicio por este caso.

Este lunes, comenzó en Aviñón uno de los juicios más estremecedores en la historia reciente de Francia. Dominique Pelicot, de 71 años, enfrenta acusaciones por drogar a su esposa y permitir que decenas de hombres la violaran mientras estaba inconsciente. 

El caso ha conmocionado al país y ha destapado un oscuro abuso que duró casi una década.

Tras una serie de síntomas físicos y mentales, como la pérdida de memoria y peso, su entorno creyó que podría sufrir de alzhéimer. Sin embargo, en 2020, al ser citada por la policía, descubrió la horrible verdad: su esposo la había estado drogando con somníferos para luego violarla y grabar los abusos. 

Además, Pelicot invitaba a otros hombres a participar en las agresiones sexuales, mientras él filmaba todo.

La investigación, que comenzó tras la denuncia, reveló una vasta colección de evidencia gráfica. La policía encontró más de 20.000 videos y fotografías que documentaban los abusos cometidos desde 2011, así como mensajes en los que Pelicot se jactaba de sus acciones y coordinaba los encuentros. 

En total, 83 sospechosos fueron identificados, y 51 de ellos están siendo juzgados, junto a Pelicot.

Los acusados provienen de diferentes estratos sociales, desde camioneros y obreros hasta un guardia de prisiones y un periodista. Aunque la mayoría enfrenta cargos por haber violado a la mujer una vez, algunos están acusados de haber repetido el abuso hasta en seis ocasiones.

La defensa de Pelicot ha admitido su culpabilidad, con su abogada, Béatrice Zavarro, afirmando que él no niega los hechos. Sin embargo, varios de los otros acusados han negado los cargos, argumentando que creían que el consentimiento del esposo era suficiente o que la víctima había aceptado ser drogada.

El juicio pone de relieve el uso de drogas para cometer abusos sexuales y plantea interrogantes sobre cómo estos delitos pueden pasar inadvertidos por tanto tiempo. La víctima, quien ha cambiado de apellido y se ha divorciado de Pelicot, será testigo consciente de los abusos por primera vez al ver las grabaciones durante el proceso judicial.

La sociedad francesa sigue conmocionada por la magnitud del caso, que ha desvelado una red de violencia sexual perpetrada bajo el amparo de la confianza y la intimidad familiar. 

El juicio continuará en los próximos meses, con la expectativa de que se haga justicia por los años de abuso que esta mujer sufrió sin saberlo.

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"Hablo por todas estas mujeres" 


Algunos acusados defienden que desconocían que su marido le administraba medicamentos para dormirla y que pensaban que se trataba de una pareja libertina, algo que negó la víctima en su primera declaración ante el tribunal.

"Nunca he practicado (...) el intercambio de parejas. Me gustaría dejarlo claro", aseguró la mujer, que se reafirmó poco después a preguntas del presidente del tribunal, Roger Arata: "Nunca he sido cómplice" ni "he fingido que dormía".

Los acusados se enfrentan a hasta 20 años de prisión en este juicio que debe durar hasta el 20 de diciembre. La próxima semana está previsto el primer interrogatorio a su marido, con quien está en instancias de divorcio.

"Se explicará, se justificará, si es que tiene alguna justificación, porque es imperdonable", dijo a AFP su abogada Béatrice Zavarro, indicando que su cliente, que siguió la declaración de su esposa cabizbajo, "se derrumbó" durante el receso.

Dirigiéndose a los acusados, la mujer reconoció tener "un sentimiento de asco". "Asuman la responsabilidad de sus actos al menos una vez en la vida", les urgió durante su determinada declaración en el Palacio de Justicia de Aviñón.

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La mujer quiso hacer de este juicio un ejemplo sobre el uso de medicamentos en las violaciones y, al inicio del proceso, rechazó que este se celebrara a puerta cerrada como pidieron en vano la fiscalía y parte de la defensa.

"Hablo por todas estas mujeres que son drogadas y no lo saben, en nombre de todas estas mujeres que quizás no lo sabrán nunca (...), para que ninguna mujer más tenga que sufrir la sumisión química", subrayó.


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