"Tengo mucho miedo y me voy a esconder para que no me maten", escribió el líder social chocoano.
Leyner Palacios, el líder social y sobreviviente de la masacre de Bojayá (Chocó), relevó que ha recibido nuevas amenazas en su contra.
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A través de su cuenta de Twitter escribió: "Tengo mucho miedo y me voy a esconder para que no me maten, no quiero que vean mi ataúd lleno de mi cuerpo injustamente asesinado sea otro botín de impunidad, he comprendido que la amenaza es la puerta al cementerio".Aunque no dio más detalles de las nuevas amenazas que le hicieron y tampoco solicitó públicamente protección por parte de las autoridades. Ante la situación de amanezcas en contra del líder social chocoano la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) se pronunció también a través de su cuenta Twitter.Tengo mucho miedo y me voy a esconder para que no me maten, no quiero que vean mi ataúd lleno de mi cuerpo injustamente asesinado sea otro botín de impunidad, he comprendido que la amenaza es la puerta al cementerio. @HelenaSuecia @UEenColombia @ONUHumanRights @FranciaMarquezM
— Leyner Palacios A (@PalaciosLeyner) February 19, 2023
La @JEP_Colombia rechaza las amenazas que ha recibido Leyner Palacios, líder de víctimas y excomisionado de la @ComisionVerdadC. https://t.co/UaJmHoP8nU
— Jurisdicción Especial para la Paz (@JEP_Colombia) February 20, 2023
Leyner Palacios como líder social
Leyner Palacios, nació hace 46 años en Pogue, muy cerca de donde sucedió la masacre es abogado, líder social y ex-Comisionado de la Verdad, promueve procesos de reparación y reconciliación para las 19 comunidades afro y 34 indígenas del municipio afectadas por los hechos. La producción irlandesa y la Comisión Interétnica de la Verdad del Pacífico, decidieron dar voz a las víctimas en un documental que dura 81 minutos.Te puede interesar: Capturan banda dedicada al hurto en el SITP de Bogotá
Leyner Palacios habló en este documental ‘Bojayá, entre fuegos cruzados’ que se realizó para conmemorar los 20 años de la masacre perpetrada por los paramilitares, el pasado 2 de mayo de 2002 en donde él, su familia y la comunidad son los protagonistas. "Ha permitido restañar algunas de las heridas que produjo esa cicatriz imborrable en la memoria de Palacios", en el documental.