"Me van a operar, pero yo estoy bien", con esta frase, desde una cama de la clínica Medical Duarte en Cúcuta, la menor de 14 años que resultó herida en El Tarra en medio de un hostigamiento le habló a su papá. A kilómetros de distancia, en el casco urbano de El Tarra, José Antonio Rodríguez, el papá de la niña, solo agradece a Dios que la bala que impactó a su hija por la espalda, al parecer, no comprometió ningún órgano vital. Por eso ella hoy está estable, a la espera de que la cirugía sea exitosa. "Yo estaba un poco lejos del coliseo donde estaba mi hija celebrando el Día del Niño cuando empecé a escuchar el 'aguacero' de balas, eran ráfagas sin parar", dijo Rodríguez. "En ese momento me fui a ver qué había pasado allá donde estaban ellos y ahí me dijeron que era mi hija la que estaba herida, todo fue un caos", confesó.
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En el evento estaban algunos padres de familia y funcionarios de la Alcaldía que de inmediato llevaron a la menor al puesto de salud, donde recibió las primeras atenciones médicas.Las súplicas
Los momentos de alegría para amenizar el Día del Niño, en esta población del Catatumbo, fueron cambiados por los rostros de terror, lágrimas y gritos de miedo, en medio de un incesante ataque en las calles de El Tarra. El único refugio de los niños, docentes y padres de familia fue lanzarse al piso para evitar que el saldo de víctimas aumentara. En medio de la tribulación, la gestora social, Maura Yalitza Ortega Rodríguez imploró a los violentos para que dejaran de disparar y para que excluyeran a la población civil del conflicto armado. "Era una fiesta organizada por la administración municipal, en la que participaban distintas entidades, en ningún momento estuvo la Fuerza Pública en ese lugar", aseguró Ortega.Durante operación capturan a más de 20 miembros del ‘Clan del Golfo’
La funcionaria dijo que por la distancia que hay entre la base militar y el coliseo en el que se desarrollaba el evento, ubicado en el barrio San Rafael, durante los primeros instantes del hostigamiento no se escucharon los disparos:"Fue un instante aterrador, comenzó el pánico, la confusión, fue un momento difícil"En ese momento, la gestora social tomó el micrófono y suplicó a los violentos para que no dispararan más, porque a su alrededor había niños. "No disparen más, acá hay niños, por favor, no disparen", repetía en medio del terror. Ella precisa que su instinto de madre la hizo actuar de esa manera para pedir a los violentos el cese al fuego, ya que frustraron muchos sueños de los niños que estaban alegres en ese momento.
