Este 3 de octubre, el presidente Gustavo Petro encabezó un evento histórico en Montería, Córdoba, donde se entregaron más de 8.000 hectáreas de tierras a víctimas de la violencia paramilitar. Este acto marcó un hito en los esfuerzos de restitución de tierras liderados por la Agencia Nacional de Tierras (ANT), en colaboración con el gobierno nacional. Durante la jornada, Petro reflexionó sobre el pasado del conflicto armado, la relación entre la política y el paramilitarismo, y propuso un nuevo enfoque para la paz y el perdón social en Colombia.
En su discurso, Petro recordó su último encuentro con Salvatore Mancuso hace 19 años, cuando el excomandante paramilitar recibía aplausos de senadores en el Congreso. Petro criticó aquella "alianza político-militar" que se formó bajo el gobierno de Álvaro Uribe y destacó que, aunque los paramilitares fueron extraditados a Estados Unidos, los problemas de fondo no se resolvieron.
El presidente señaló que "esa alianza terminó mal. Los mismos que aplaudieron traicionaron a los paramilitares, los extraditaron para que cumplieran sus penas lejos de Colombia". Según el mandatario, el proceso de paz con los paramilitares tampoco logró el objetivo de devolver las tierras a las víctimas, ya que muchas fueron acaparadas por políticos y sus familiares.
Durante la ceremonia, Petro enfatizó la importancia de democratizar la tierra como un camino hacia una sociedad más justa y productiva. "La tierra tiene una función social, la de producir alimentos y materias primas", afirmó, al señalar que la concentración de tierras en pocas manos es un obstáculo para el desarrollo del país. Según el presidente, Colombia tiene el potencial de convertirse en una potencia alimentaria, pero esto solo será posible si los campesinos tienen acceso a las tierras fértiles.
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Intercambio de sombreros
Uno de los momentos más simbólicos de la jornada fue el intercambio de sombreros entre Petro y Salvatore Mancuso, actual gestor de paz, quien en su intervención pidió perdón por el dolor causado a las víctimas de la violencia paramilitar. Mancuso reconoció que, durante su tiempo al mando de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), participó en una política de acumulación de tierras que resultó en la desposesión de miles de campesinos. "Frente a ustedes asumo la responsabilidad por tanto dolor y sufrimiento", declaró, comprometiéndose a ayudar a localizar los bienes entregados a la justicia que aún no han llegado a las víctimas.
Petro, por su parte, anunció que Mancuso continuará como gestor de paz, con la misión de contribuir a la verdad y a la reparación de las víctimas. El presidente también propuso reactivar la mesa de paz en Córdoba, subrayando que "es momento de realizar un proceso sin traiciones y sin miedo a la verdad".
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El evento en Montería marca el inicio de un mes en el que la ANT planea entregar 50.000 hectáreas de tierras en diferentes regiones del país. En palabras de Juan Felipe Harman, director de la ANT, estas tierras "fueron usadas para el crimen, pero hoy los campesinos las utilizarán para sembrar la paz".
Con este acto, Petro refuerza su visión de un acuerdo nacional donde la paz, la justicia social y la restitución de tierras son ejes fundamentales para construir una Colombia democrática y en paz.
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